

Llegaría el silencio
(Río Ancho Ediciones, Rosario, 2014)
El año es 1984. Un día de septiembre, poco antes del amanecer, Paula y Horacio llegan a Olivares en un Renault 12. En este pueblo -casi invisible en el mapa- el intendente, con pretensiones de visionario, ha impuesto un novedoso sistema de comunicación.
La trama de esta novela se desarrolla y se nutre a partir de la pluralidad de voces que, irónica, espectralmente, exploran a coro variaciones sobre el tema del silencio. Así, capa sobre capa de significado y textura le van dando un perfil único al cuerpo expansivo del texto.
Laura Rossi pone en funcionamiento una batería de recursos -la alegoría, la elipsis, un sencillismo feroz- para abordar desde la ficción los sucesos históricos de la "primavera alfonsinista" y las secuelas de la dictadura del '76. Tanto los habitantes de Olivares como los recién llegados transitan, de modo inquietante, una zona inasible, bisagra, a caballo entre el oscuro pasado reciente y un futuro insospechable.